domingo, 17 de febrero de 2013

Reporte del museo de Las Intervenciones


Tarea N°3

Reporte del museo de Las Intervenciones

Primeras intervenciones: Poinsett, Butler y el imperialismo oficioso como fuente de intervencionismo, 1825-1836

Una consecuencia inmediata del surgimiento de México a la vida independiente en 1821, fue su apertura al contacto directo con otros países. En consecuencia se propicio la integración de México en el ámbito internacional, pero también la fuente del intervencionismo de las grandes potencias.

El primer agente diplomático extranjero fue Joel R. Poinsett, ministro plenipotenciario de los Estados Unidos desde 1825, cuya misión esencial consistía en convencer al gobierno mexicano de vender Texas a los Estados Unidos.

Pero Poinsett se abocó a promover las virtudes del sistema de gobierno de los norteamericanos, para contrarrestar la influencia del ministro británico Ward.

La competencia entre las diplomáticas de las grandes potencias incitó en diversas ocasiones a sus representantes a ir más allá de sus instrucciones, y a tomar decisiones en el terreno sin consultar a sus respectivos gobiernos (imperialismo oficioso)


Poinsett y el rito de York

Hacia 1825 la masonería había penetrado en el país, y su forma de organización, la logia, había sido adoptada por los políticos mexicanos (organización para agrupar a gente con ideas y metas políticas a fines). Por aquellos años, se crearon en México dos logias masónicas.

A raíz de la creación de la logia yorkina, la vida política mexicana cayó en lucha entre yorkinos y escoceses que llevó al inicio de sucesivas guerras civileshasta la década de 1870. El presidente Victoria no tuvo entonces más remedio que solicitar al gobierno norteamericano el retiro de Poinsett.

La participación de Poinsett en la creación de la Logia yorkina constituyó la primera intervención extranjera de importancia en la historia de México.


El chantaje como arma diplomática: Anthony Butler

En enero de 1830 llegó a México Anthony Butler; quien tras conseguir la firma del Tratado de comercio, el ministro Butler se empeño en obtener Texas para su país.

Ante la imposibilidad de lograr su objetivo los ciudadanos norteamericanos radicados en México formularon reclamaciones económicas al gobierno mexicano por daños sufridos. En 1833 Butler presento al gobierno mexicano un documento en el que exigía u pago exorbitante por reclamaciones de ciudadanos norteamericanos, con lo que pretendía que los mexicanos se vieran obligados a ceder el estado de Texas. Si bien no ofreció los resultados esperados, sí ocasionó un gran daño al gobierno mexicano.

En 1836 se dio la rebelión de Texas y el retiro de Anthony Butler por parte de su gobierno. Sin embargo, su gestión tuvo graves consecuencias, pues el nuevo ministro Pawhatan Ellis a presionar el cobro de las reclamaciones, lo cual llevó a la ruptura de las relaciones diplomáticas entre los dos países y los colocó a un paso de la guerra.

En 1846 éste se convirtió en el pretexto ideal con el cual el president5e James K. Polk justifico su declaración de guerra a México, con el oculto propósito de conquistar y retener los territorios del norte.


Invasión de Barradas 1829

Las pretensiones imperiales de Fernando VII

En noviembre de 1825, la armada mexicana logro derrotar al último reducto de tropas españolas. Pero esto no significo la aceptación de la independencia mexicana por parte de la monarquía española; abrigando la esperanza de reconquistar la que había sido la más importante y productiva de sus colonias en América.

En el periodo presidencial de Guadalupe Victoria (1824-1829), los políticos mexicanos se opusieron a la permanencia de los españoles que residían en México, en vista de las pretensiones del monarca español Fernando VII, de recuperar la soberanía española sobre su antigua colonia.


Las conspiraciones españolas

A principios de 1827, el gobierno mexicano descubrió una conspiración encabezada por el fraile dieguino Joaquín Arenas, para derrocar al gobierno establecido y restaurar la soberanía española sobre México. Arenas fue arrestado y la conspiración fue desarticulada.

El incidente del padre Arenas provoco que el Congreso formulara una Ley de expulsión de los españoles, el 20 de diciembre de 1827.


La expedición

En estas circunstancias Fernando VII promovió la formación de una expedición de reconquista a esta nación.

La expedición militar, organizada en la isla de Cuba –que continuaba siendo una posesión de España-, por el gobernador Francisco Dionisio Vives, se integró con cerca de cuatro mil hombres.

Al frente de la expedición se nombró al brigadier Isidro Barradas. En julio de 1829, los expedicionarios partieron de Cuba en 40 buques. Debido a las malas condiciones climáticas, la expedición se vio obligada a atracar en el puerto de Nueva Orleans, desde donde reemprendió la marcha hacia México, adonde llegaría con tan solo 3 000 hombres.


El desembarco

El 26 de julio, los expedicionarios desembarcaron en Cabo Rojo, al norte de Veracruz. Tres días más tarde, las fuerzas de ocupación emprendieron la marcha con rumbo al puerto de Tampico el Alto y Pueblo Viejo, así como el Fortín, río Pánuco. También fueron ocupadas Doña Cecilia y Altamira, en Tamaulipas.


Respuesta de México

Al tener conocimiento de la situación, el presidente Guerrero lanzó una proclama a todos los mexicanos invitándoles a unirse en la defensa de la patria y designó al brigadier Antonio López de Santa Anna para comandar las fuerzas mexicanas.

El 7 de agosto, el general López de Santa Anna se embarcó con cerca de 800 soldados en Veracruz, con rumbo a Tecolutla. Enseguida, se dirigió a Pueblo Viejo.

Dos días más tarde, con poco más de 400 soldados, emprendió el ataque a Tampico de Tamaulipas. Ante la imposibilidad e tomar Tampico, aceptó una tregua por Barradas, lo que permitió reagrupar a sus tropas y regresar a Pueblo Viejo a esperar refuerzos.


La ofensiva final

Habiendo recibido los esfuerzos esperados el general Santa Anna el 7 de septiembre, corto las comunicaciones entre los españoles del Fortín y los de Tampico.

El brigadier Barradas pidió parlamento con Santa Anna el 8 de septiembre, ofreciendo capitular, al cual el general mexicano se negó.

En la madrugada del 11 de septiembre, Santa Anna arribó con sus tropas al Fortín de la Barra.

Ante la imposibilidad de derrotar a los soldados españoles, y habiendo sufrido más de 300 bajas, entre muertos y heridos.

Sin embargo, al concluir la batalla, Barradas acepto la capitulación, firmándose el día 11 de septiembre Pueblo Viejo, por el que Barradas se comprometía a no tomar otra vez las armas en contra de México.

Los prisioneros fueron remitidos a la Habana, en tanto que Barradas se embarcaba con rumbo a Nueva Orleans.


Primera Intervención francesa 1838-1839 “Guerra de los Pasteles”

Antecedentes

Una vez consumada la independencia, el primer paso de la política exterior obtener el reconocimiento oficial por parte de las principales potencias del momento: Inglaterra, Francia y los Estados Unidos. Una forma de obtener este reconocimiento fue la firma con dichas naciones tratados comerciales.

México firmo tratado de libre comercio, primero con Inglaterra en 1825, y después con los Estados Unidos y otras naciones europeas. El gobierno de francés, por su parte, se negó a firmar un tratado debido a que su dinastía reinante, los Borbones, eran parientes cercanos del rey Fernando VII.

En 1830 la llamada Revolución de Julio destronó en Francia a los Borbones y colocó en el trono a Luis Felipe de Orleans quien concedió su reconocimiento a México. Sin embargo, para entonces los mexicanos ya se habían percatado de las grandes desventajas que implicaba el libre comercio con los países industrializados y poseedores de grandes flotas mercantes. México no podría competir en el mercado internacional.

A pesar de los riesgos que representaba, el gobierno mexicano firmó con el gobierno francés dos tratados de comercio, pero fueron desaprobados. En 1835, el barón Antoine Deffaudis decidió utilizar las quejas de franceses y obligar al gobierno mexicano a concluir un tratado de libre comercio.


La osadía de un pastelero  

A la manera de Butler, Deffaudis aprovechó la debilidad del Estado mexicano y también ejerció el imperialismo oficioso, recolectando todas las quejas de sus conciudadanos para exigir al gobierno mexicano el pago de una enorme suma en indemnizaciones.la prensa mexicana ridiculizó una de sus reclamaciones, afirmando que un pastelero francés exigía una enorme cantidad de dinero, a causa de esto la primera intervención francesa pasó a la historia de México con el nombre de “Guerra de los Pasteles”.

El barón amenazó a los mexicanos con la intervención de Francia si tales exigencias no eran satisfechas.

Deffaudis, mediante una serie de informes, exageraba la inseguridad que los franceses padecían en medio de la caótica vida política del país, y en los que acusaba a los mexicanos de evadir la conclusión de un tratado.


El bloque naval

En enero de 1838 llegó al puerto de Veracruz una escuadra compuesta de cuatro barcos de guerra. El barón Deffaudis redactó un ultimátum (al cual fechó el 21 de marzo) que luego envió al general Anastasio Bustamante. Deffaudis amenazaba con bloquear costas mexicanas si el gobierno se negaba a pagar las reclamaciones, y exigía la firma de un tratado de comercio.

El gobierno del general Bustamante rechazó esta coacción por constituir un atentado en contra de la soberanía del Estado mexicano. En consecuencia, los franceses lograron paralizar por completo el comercio exterior de México.   

El gobierno francés pensó que el gobierno mexicano no podría resistir el bloqueo, sin embargo, el gobierno mexicano resistió ocho meses de bloqueo, lo que obligó a Francia a enviar una nueva escuadra comandada por Charles Baudin.

Baudin procedió a bombardear la fortaleza de San Juan de Ulúa. Ante la nueva agresión Bustamante no sólo siguió resistiéndose a ceder, sino que respondió con una declaración formal de guerra contra Francia.


El desenlace

Por otra parte, en Europa el gobierno de Luis Felipe de Orleans enfrentaba a una serie de ataques y críticas de otros países –sobre todo de Inglaterra- por haber cerrado el segundo mercado más importante de América. En 1839 Richard Pakenham tenía la misión de mediar entre los contendientes para solucionar el conflicto y reabrir el mercado mexicano.

Mexicanos y franceses aceptaron la mediación y el 9 de marzo 1839 se firmó en Veracruz el Tratado de Paz.


La intervención norteamericana 1846-1848

Al iniciar el año de 1847, México era una joven nación con 6 millones de habitantes y un territorio de 4 millones de  kilómetros cuadrados.

De entre los estados destacaban California y Nuevo México habitados en parte por inmigrantes norteamericanos, era común que los habitantes de origen norteamericano pugnaran por lograr una mayor autonomía, o bien por la independencia total de sus estados o territorios.


La expansión territorial de EU

En el año de 1776, las trece colonias inglesas de Norteamérica lograron su independencia. A partir de aquel momento, inició un proceso de expansión por medio de negociaciones con la Gran Bretaña y de operaciones de compra y venta que le permitieron adquirir Lousiana y Florida, entre otros.

Al irse agotando las posibilidades de crecimiento hacia el oeste, los norteamericanos voltearon sus ojos hacia la República Mexicana, proponiendo a los sucesivos gobiernos la compra de territorios como de Texas, California y Nuevo México. Al no obtener una respuesta favorable, el gobierno norteamericano comenzó a considerar la posibilidad de arrebatar a México, mediante las armas, los territorios que eran de su interés.


La separación de Texas

En noviembre de 1835, un mes después de que México adoptara el sistema de República Central, los colonos texanos desconocieron al gobierno mexicano y, el 2 de marzo de 1836, declararon su independencia.

Al conocer la resolución de los colonos texanos, el presidente de Santa Anna organizo un ejército con rumbo a Texas.

Tras derrotar a los texanos en El Álamo, avanzó hasta el río de San Jacinto, donde las tropas mexicanas fueron atacadas por el general Samuel Houston, y el general Santa Anna fue capturado por Houston.

Trasladado a Washington y viendo amenazada su vida firmó los Tratados de Velasco, en que reconocía la independencia de Texas, acuerdo que no sería aceptado por el Congreso mexicano.

Frente a los intentos de anexión de Texas por parte de los Estados Unidos, el gobierno mexicano manifestó que una acción de esta naturaleza sería interpretada como una declaratoria de guerra.  

  

Estados Unidos declara la guerra

Durante nueve años Texas permaneció como “república independiente”, hasta que, en los primeros meses de 1845, el gobierno norteamericano aceptó anexarla a los Estados Unidos.

Después de una escaramuza entre las fuerzas mexicanas y norteamericanas, ocurrida el 25 de abril de 1846, los Estados Unidos declararon la guerra a México, el 13 de mayo.

A través de esta campaña militar, el gobierno norteamericano logró apoderarse de las ciudades más importantes de California y Nuevo México.


En septiembre del mismo año lograron recuperar para México, el control de las principales poblaciones, incluyendo a Los Ángeles.

La resistencia popular en contra de la invasión norteamericana se manifestó en todos los sectores de la sociedad.

No obstante esta resistencia, tras algunos meses de enfrentamiento, los ejércitos profesionales norteamericanos lograron imponer su dominio sobre las principales ciudades de California y Nuevo México, en los primeros meses de 1847.

A lo largo de esta campaña los norteamericanos se enfrentaron a las tropas mexicanas en  las batallas de Palo Alto, La Resaca, Monterrey y la Angostura, lo que les permitió apoderarse de las poblaciones de Matamoros, Camargo, Saltillo, Monterrey, Parras y Ciudad Victoria.

El 23 de febrero se concluyo la cerrada batalla, en La Angostura donde ninguno de los dos ejércitos pudo alzarse con la victoria.              


Por la ruta de Cortés

La resistencia que México presentaba al invasor en el norte de la República, obligó a los Estados Unidos, en octubre de 1846, a abrir un nuevo frente, al mando del general Winfield Scott, quien seguiría la misma ruta que utilizó Cortés.


Desembarco y asedio a Veracruz

El 9 de marzo de 1847 aparecieron frente al puerto de Veracruz 70 barcos de guerra norteamericanos. Ante la negativa mexicana de aceptar la rendición, la ciudad fue bombardeada por los norteamericanos, por espacio de cinco días, causando la muerte de 1 500 personas. Finalmente, agotadas las municiones, los defensores de la ciudad capitularon ante los invasores.


Batalla de Cerro Gordo

El 18 de Abril de 1847, en el paraje conocido como Cerro Gordo, cercano a la ciudad de Xalapa, los norteamericanos lograron una decisiva victoria sobre el ejército mexicano. El 15 de mayo, sin encontrar resistencia, las tropas invasoras ocuparon la ciudad de Puebla.


La ofensiva contra la Ciudad de México

Ante el inminente de las fuerzas norteamericanas hacia la capital de México, el general López de Santa Anna integro un ejército de 12 mil hombres.

Creyendo que el enemigo entraría a la ciudad por el Peñón Viejo, Santa Anna emplazó ahí a su ejército. Sin embargo, el general Scott opto por esquivar la fortificación del Peñón y codujo a sus tropas hacia el sur de la ciudad, desactivando así la estrategia de defensa de Santa Anna. En las Lomas de Padierna, el ejército norteamericano infringió su primera derrota a los defensores de la capital.


Asalto al Castillo de Chapultepec

El 18 de septiembre, Scott emprendió el ataque sobre el Castillo de Chapultepec.

El Castillo, que albergaba en ese entonces al Colegio Militar, contaba con una modesta fuerza de 832 soldados, distribuidos en el cerro y en el edificio.

Allí se encontraban también un grupo de cadetes que se habían negado a abandonar el edificio.

La resistencia que presentaron los soldados de la Guardia Nacional y medio centenar de alumnos del Colegio Militar, que costó la vida a seis de ellos, los norteamericanos lograron apoderarse de la estratégica fortaleza. A raíz de ello el ejército de Santa Anna se retiro de la capital.


Entrada del ejército norteamericano a la Ciudad de México

La mañana del 14 de septiembre de 1847, las fuerzas invasoras entraron al zócalo de la Ciudad de México e izaron la bandera de barras y estrellas sobre Palacio Nacional, hasta que la Guardia Nacional volvió a izar la bandera mexicana el 12 de junio de 1848.



Tratados de Guadalupe Hidalgo

Mediante la firma de un tratado en la Villa de Guadalupe se evitó que México tuviera que ceder Sonora, Chihuahua y Baja California, se realizó el despojo de más de la mitad del territorio que tenía México antes de la independencia de Texas: la Alta California, Nuevo México, Texas, es decir, más de 2 400 000 km cuadrados del territorio.


La última mutilación: La Mesilla

En 1852, colonos americanos se apoderaron del territorio de La Mesilla, al norte de Chihuahua, que tenía una extensión de 109, 574 km2. A cambio, los Estados Unidos se comprometieron a pagar 10 millones de pesos.


La Intervención Francesa 1862-1867

El proyecto de los monarquistas mexicanos


Hacia 1861 una fracción de la élite política derrotada por el partido liberal, se propuso traer al país un monarca extranjero que, apoyado por el ejército de una gran potencia, terminara con el régimen liberal instituido por la Constitución de 1857 y las leyes de Reforma. Para realizar este plan se solicitó la ayuda del emperador de Francia, Napoleón III, quien accedió con el fin de crear una futura hegemonía francesa sobre este continente. En diversas ocasiones (1823, 1827, 1846, 1853, 1858 y 1859) los gobiernos de Francia, España e Inglaterra elaboraron proyectos encaminados a crear en México una monarquía.

 La idea fue concebida también por algunos mexicanos, como José María Gutiérrez de Estrada y Lucas Alamán, quienes pensaron que la monarquía eera la forma de gobierno natural para el país.


La Reforma liberal

Después de la guerra contra los Estados Unidos surgieron dos partidos políticos: Lucas Alamán fundó el Partido Conservador, cuyo programa recogía el principio centralista, a la vez que proponía el gobierno de las clases propietarias, la preservación de los privilegios de la Iglesia católica y del ejército. Por el otro lado estaba el Partido Liberal, que proponía un sistema federalista y democrático, la creación de una sociedad moderna sin tener clases privilegiadas y una economía basada en los principios del liberalismo económico. Ambos entraron en conflicto y llevaron a dos guerras civiles: La Revolución de Ayutla (1854-1855) y la guerra de Reforma (1857-1860).


La gran jugada

La Guerra de Reforma tuvo su origen en la oposición de los conservadores a la implementación de la Constitución federal de 1857, y termino con la derrota del Partido Conservador y su proyecto. Benito Juárez, presidente de la república y líder de los liberales durante aquel conflicto enfrento una situación económica externa en 1861, lo que produjo protestas de Inglaterra, España y Francia, principales acreedores de México.

Para entones José Manuel Hidalgo logró convencer al emperador francés Napoleón III de apoyar la instauración de una monarquía en México.

Napoleón III pensó que el momento era oportuno para la realización de dicho proyecto. Fue entonces que decidió acceder a la petición de apoyo de los monarquistas mexicanos y comprometerse con ellos para imponer a un príncipe europeo en el trono mexicano, el príncipe elegido fue el archiduque Maximiliano de Habsburgo.


La Alianza Tripartita

En septiembre de 1861, enterados de que el gobierno mexicano se negaba a para su deuda externa, los gobiernos de Inglaterra y Francia decidieron presionar al presidente Juárez con la misión de asegurar el pago de la deuda. El gobierno de Isabel II de España –desde tiempo atrás interesado en colocar a un príncipe de la casa de Borbón en México- y propuso a las otras dos potencias una acción conjunta que estuviera dirigida, no sólo a exigir la satisfacción de la deuda, sino también crear un régimen estable en México, proposición que fue plenamente aceptado por Francia, pero no por Inglaterra.

Ante tal situación las tres potencias se comprometieron a no pretender ninguna adquisición de territorio de territorio y a no ejercer en los asuntos internos de México ninguna influencia que pudiera afectar el derecho de los mexicanos a elegir y constituir libremente su forma de gobierno.

No obstante esto represento un obstáculo para los planes de Isabel II y Napoleón III.


El desembarco

El 8 de diciembre de 1861 desembarcó en Antón Lizardo la escuadra española comandada por el general Juan Prim.  Entre el 6 y el 8 de enero de 1862 llegan las tropas inglesas comandada por el comodoro Hugh Dunlop, acompañado por charles Wyke, y al contingente francés comandado por E. Jurien de la Graviere y Dubois de Saligny.

El 10 de enero, la alianza manifestaba que el propósito era exigir el pao de las reclamaciones económicas.

Sin embargo, debido a que el clima malsano de la costa comenzó a producir enfermedades entre las tropas intervencionistas, los comandantes de la expedición decidieron avanzar hacia el interior del país.

El gobierno de Benito Juárez, a través de su ministro de Relaciones Exteriores, Manuel Doblado, respondió a la proclama de los comandantes extranjeros, manifestando que no permitiría el avance de las fuerzas intervencionistas hacia el interior del país y haciendo un llamado a conferenciar para establecer las bases de un futuro acuerdo. En el encuentro celebrado unos días después en el pueblo de la Soledad, Veracruz, no obstante, las verdaderas intenciones de los franceses no tardaron en aflorar. El 6bde marzo, como para acabar con cualquier duda acerca de las intenciones de Napoleón, llegó a Veracruz un refuerzo francés de 5 000 hombres de las tres armas, bajo el mando del general Charles Latrille de Lonrencez.



La intervención

Juárez reacciono expidiendo la ley del 25 de enero, que condenaba a muerte a todo aquel que se uniera a los invasores o conspirarse en contra de la soberanía de México. Prim y Wyke no tuvieron más remedio que disolver la alianza Tripartita y retirar de México a las fuerzas españolas e iglesias a fines de abril.

Los franceses iniciaron una marcha hacia el altiplano mexicano dirigiéndose primero hacia Orizaba. El 19 de abril, al llegar a Fortín, se efectuó el primer encuentro sangriento.

El 27 siguiente salieron de Orizaba con rumbo a Puebla, y en las Cumbres de Acultizingo, el general Ignacio Zaragoza, intentó contener el avance de los invasores. No obstante, los mexicanos fueron desalojados.

Zaragoza decidió entonces esperar al enemigo en Puebla, donde Charles Latrille esperaba contar con el apoyo de refuerzos de conservadores mexicanos.


Batalla del 5 de mayo

Pero al aproximarse a la ciudad de Puebla y observar que el apoyo militar prometido por los conservadores no llegaba, el general Lorencez cobró conciencia de que su ejército de 6 mil hombres le sería imposible apoderarse de esta ciudad.

Lorencez decidió jugarlo todo a una carta. Empeñado en las fuerzas solemnes, despidió a sus oficiales diciendo: “Señores, mañana en el Cerro de Guadalupe”.


Al amanecer del 5 de mayo, las tropas republicanas al mando de Zaragoza, tomaron posiciones:

·         El centro de la línea de defensa, ubicado en los barrios del Cerro de Guadalupe, fue cubierto por las brigadas de México y San Luis, dirigidas por los generales Berriozábal y Lamadrid respectivamente.

·         El ala derecha, ubicada en el llano de la garita de Amozoc, fue cubierta por la brigada de Oaxaca, los carabineros de Pachucay los lanceros de Toluca y Oaxaca y un destacamento de caballería, todo bajo el mando del General Porfirio Díaz.

·         El ala izquierda, que sería el principal objetivo de los franceses, estaba ubicada sobre los cerros de Loreto y Guadalupe y quedó cubierta con las brigadas de Morelia y Puebla bajo las ordenes de Miguel Nerete.


Por su parte, el general Lorencez se dispuso a emprender el asalto al Fuerte de Guadalupe; y Zaragoza, al percatarse de eso, envió a la brigada de Berriozábal a reforzar a Negrete, y se unieron para formar una línea entre los fuertes de Loreto y Guadalupe.

Dispusieron además que el 6o. Nacional de Puebla avanzara dispersándose en tiradores y se retiraría a medida que enemigo avanzara para atraer a las columnas francesas hacia la línea entre los dos fuertes, cuyos defensores quedaron ocultos en una zanja, lo cual constituía una verdadera emboscada.


Hacia mediodía la artillería francesa de la base de asalto comenzó el cañoneo y las columnas de ataque comenzaron a atacar. Los zuavos, con su habitual bizarría, llegaron hasta las murallas del Fuerte de Guadalupe a pesar de que fueron castigados severamente por la artillería mexicana.

Otro cuerpo de zuavos y los marinos rodearon por el norte y entraron en contacto con el 6o. de Puebla, éste se retiró según lo acordado y llevó a los atacantes directo a la trampa, donde se vieron tiroteados sorpresivamente por los defensores de esa línea.

Hacia la 1:30 de la tarde el fuego se había generalizado en toda la línea de batalla.

Los franceses comenzaron a ceder poco a poco y Lorencez mandó como refuerzo un batallón de cazadores a pie que no alivió la situación, pues sus tropas siguieron sufriendo mucho por la artillería mexicana.

Díaz inicio la persecución con su caballería para consumar la victoria, pero recibió la orden para hacer alto y tuvo que conformarse con hacer fuego de artillería hasta las siete de la noche en que Zaragoza le ordenó volver a su lugar en la línea de defensa.


La noticia de triunfo mexicano fue acogida con júbilo en todo el país. La victoria abría para los mexicanos una nueva dimensión de esperanza y de confianza en el futuro.

En Francia la noticia produjo tal indignación, que determino que Napoleón III recibiera autorización para disponer de hombre y recursos con los cuales vengar lo que se consideraba una afrenta.


Triunfo de la intervención

Napoleón preparó una nueva expedición militar, esta vez compuesta además de 30 000 hombres al mando del general Elie Fréderic Forey, quien comenzó a preparar un nuevo ataque contra la ciudad de Puebla para el 16 de marzo de 1863.

Ahora el comandante del Ejército de Oriente era el general González Ortega, quien tuvo que rendirse el 17 de mayo y entregar la plaza.

La caída de Puebla quedo a merced del invasor. Ante ello, el presidente Juárez decidió huir hacia San Luis Potosí, no sin antes declarar que los poderes nacionales y el gobierno marcharían con él.


Maximiliano emperador

El 3 de octubre de 1863 una comisión mexicana, presidida por José María Estrada, ofreció el trono imperial a Maximiliano. Éste puso como condición contar con la voluntad del pueblo mexicano.

Así, el 10 de abril de 1864 Maximiliano aceptó el trono de México y firmo los tratados de Miramar.

También se estableció que el ejército francés sostendría al nuevo emperador hasta 1867, año en que sería retirado luego de formarse un ejército imperial mexicano.

El nuevo monarca desembarcó en Veracruz el 28 de mayo de 1864; muy pronto se dio cuenta, Napoleón, que los monarquistas lo habían engañado con respecto a que el pueblo mexicano ansiaba un monarca.

Si bien eran dueños de las principales ciudades, el resto del territorio era dominado por los guerrilleros juaristas. Esto hacia que de hecho coexistieran dos gobiernos en México, uno republicano y otro imperial.

La imposibilidad de reprimir la resistencia republicana convenció a Napoleón III de que el Imperio Mexicano estaba condenado al fracaso. Así Napoleón III decidió retirar a su ejército de México en 1867.

En 1866 Napoleón advirtió a Maximiliano que pronto iba a ser abandonado, de modo que le recomendó abdicar y regresar a Europa.

Maximiliano estuvo dispuesto a seguir este consejo, pero los militares conservadores le ofrecieron sus conocimientos y experiencias militares para formar un ejército imperial con el cual combatir a Juárez, el emperador aceptó el ofrecimiento.

Sin embargo, el desacuerdo entre los jefes conservadores determinó que el ejército imperial permaneciera inactivo en Querétaro.

La madrugada del 15 de mayo de 1867, las tropas republicanas lanzaron el asalto final contra las posiciones imperiales en Querétaro.

El 19 de junio, Maximiliano fue fusilado en compañía de los generales Miramón y mejía, en el Cerro de Campanas.      

   




  







Cuestionario del imperialismo



 
Cuestionario del imperialismo.

1.    ¿A qué se refiere el término imperialismo?

R. Se refiere, a todo tipo de dominio político y económico que ejerce una nación poderosa sobre otra más débil, la cual se convierte en colonia de la metrópoli imperial; sin embargo, a lo largo de la historia se ha transformado este fenómeno.

2.    ¿A que se le conoce como neocolonialismo?

R. A la nueva forma de colonialismo que se da en el contexto de la Segunda Revolución Industrial entre 1870 y 1914.

Este tipo de imperialismo surgió en relación con la gran expansión económica e industrial del capitalismo monopolista, y constituye una nueva forma de explotación colonial, se trata de una relación desigual entre metrópoli y colonias..

La diferencia entre ambos tipos de dominios (político y económico) se da en el aspecto económico, y consiste en la Rev. Industrial que media entre una y otra época dando por medio de su nivel de industrialización de perfil de potencias capitalistas y países pobres respectivamente.


3.    ¿Cuáles son las causas del imperialismo?

·         Las crisis económicas

·         Crecimiento demográfico

·         Factores políticos

·         Factores ideológicos y morales


4.    ¿Cómo ayudan las crisis económicas a el inicio del Imperialismo durante la Rev. Industrial (neocolonialismo)? (Esto sucedido entre 1873-1895)

R. El proceso de concentración monopolista al llevar a la quiebra a muchas empresas, aumento considerablemente el desempleo en aquellas sociedades, por otra parte, las empresas monopolistas, al no tener compendios, habían hecho subir sus precios y esto redujo el poder de compra de la clase trabajadora e hizo aún más difícil la situación de los obreros desempleados. A causa de esto los países capitalistas la  búsqueda de nuevos mercados, materias primas y mano de obra barata que redujera los costos de fabricación se convirtieron en la solución  para aliviar los periodos de crisis del capitalismo, que fue entrando de esa manera a su parte imperialista.



5.    ¿Qué consecuencia tuvo el crecimiento demográfico  entre 1815y 1870?

R. Llevó a muchas familias a buscar una nueva vida en otros continentes, desde comienzos del siglo XIX hasta 1930, a causa de falta de empleo. Surgió el avance en los transportes que facilitan el traslado, los burgueses buscaron enriquecerse; y los proletarios, la esperanza de encontrar mejores condiciones de vida y trabajo.


6.    ¿Cómo influyo el sentimiento nacionalista en el imperialismo durante este tiempo y por qué?

R. En potencias occidentales el sentimiento nacionalista se vio estimulado por el orgullo de su avance tecnológico y por el deseo de imponer su prestigio económico y militar sobre otros pueblos y eso permitió que tuvieran un apoyo popular que justificara su política expansionista. En ese tiempo, muchos políticos sostenían que una nación no era poderosa si no poseía colonias.